El ¿fallido? lanzamiento de los filtros en la nueva versión de la app de Twitter para iphone y Android solamente para competirle a Instagram (aka Facebook) me hizo pensar mucho en una idea que vengo trabajando en mi cabeza: hacer algo solo porque “hay” que hacerlo.
¿Cuántas veces las empresas lanzan al mercado productos solamente para competir? Casi siempre. Y, casi siempre, esos productos suelen fracasar. Sin embargo, cuando los productos son pensados y diseñados para brillar, las chances de éxito aumentan (si no me creen, pregúntenles a Krieger y a Systrom como pensaron Instagram)
El de los filtros para las fotos en Twitter es el mejor ejemplo: no fue parte de una evolución natural de la herramienta. Fue solo una forma (¿desesperada?) de competencia.
Lo mismo debería suceder con los startups. La gran mayoría de los nuevos emprendedores con los que me cruzo lo único que tienen en la cabeza es el exit.
No está mal pensar la meta, hacia donde estás llevando tu barco, pero armar una empresa solo porque es lo que hay que lanzar no tiene sentido. Al menos no se lo veo.
Y no lo digo como algo naif. Ni siquiera soñador. No hace falta tener la mejor idea del mundo. Se trata de empezar un proyecto con el que estés dispuesto vivir todos los días con alegría. Porque se trata de tu emprendimiento, de tus sueños de triunfo, en el que estás dejando parte de vos, con cada paso que das.
Y eso, lamentablemente, no se puede forzar. O está o no.
Como los filtros de Twitter
